Como debemos orar?
1 Mirad que no hagáis vuestra limosna delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis salario acerca de vuestro Padre que está en los cielos.
2 Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las plazas, para tener gloria de los hombres; de cierto os digo, que ya tienen su recompensa.
3 Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha;
4 para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en secreto, él te pagará en público.
5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en las sinagogas, y en las esquinas de las calles en pie, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo, que ya tienen su salario.
6 Mas tú, cuando ores, entra en tu cámara, y cerrada tu puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en secreto, te pagará en público.
7 Y orando, no seáis prolijos, como los mundanos que piensan que por su palabrería serán oídos.
8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
9 Vosotros pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre.
10 Venga tu Reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
11 Danos hoy nuestro pan cotidiano.
12 Y suéltanos nuestras deudas, como también nosotros soltamos a nuestros deudores.
13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el Reino, y la potencia, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
14 Porque si soltareis a los hombres sus ofensas, os soltará también a vosotros vuestro Padre celestial.
15 Mas si no soltareis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os soltará vuestras ofensas.
En el silencio de tu aposento
Debemos retirarnos a nuestro aposento para orar. Esto significa que no debemos hacer público nuestro comportamiento de oración, sino que debemos retirarnos a la intimidad y soledad con Dios.
No hacer muchas palabras
No somos escuchados porque hagamos muchas palabras, sino porque Dios sabe exactamente lo que necesitamos, y podemos hablar con Él de manera normal. Muchas palabras denotan falta de fe en Dios.
Contenido de la oración
Padre nuestro que estás en los cielos
Nuestra forma de dirigirnos a Dios muestra nuestra posición ante Él: somos sus hijos y Él nos escucha, como un padre escucha a sus hijos.
En los cielos, santificado sea tu nombre
La posición de Dios ante nosotros: Él es el Todopoderoso en los cielos y es santo. Debemos tener reverencia hacia Él.
Venga tu reino
El reino de Dios en los cielos se unirá con el reino en nosotros.
Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra
Dios quiere que le obedezcamos.
El pan nuestro de cada día dánoslo hoy
Dependemos totalmente de Dios; todo lo que tenemos se lo debemos a Él.
Y suéltanos nuestras deudas, como también nosotros soltamos a nuestros deudores.
Dios nos perdona nuestras deudas cuando se lo pedimos, pero al mismo tiempo nos comprometemos a perdonar a nuestros deudores. Al final de la oración, Jesús enfatiza nuevamente cuán importante es esto.
Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal
Vivimos con la esperanza de que no vendrá sobre nosotros una tentación o un mal que no podamos soportar.
Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria
Nunca debemos olvidar alabar y glorificar a Dios.
Orad sin cesar
Pablo dice: Orad sin cesar. ¿Qué quiere decir con esto?
Todos tenemos un diálogo interior en el que nos comunicamos con nosotros mismos o con otra persona.
Podemos apartar a esa persona o a nosotros mismos y poner a Dios en su lugar.
Solo Él sabe cómo estamos, qué necesitamos, y solo Él tiene la solución para todos los problemas.
Por eso Pablo nos insta a orar sin cesar y a acostumbrarnos a dirigir nuestros pensamientos cotidianos hacia Él.

